La publicista que se arruinó por ser instagramer de viajes

A menudo vemos en Instagram numerosas cuentas de viajeros que, aparentemente, solo viven de publicar sus mejores fotografías en diversos países del mundo. Sin embargo, pocas veces sabemos qué hay detrás de todas las finanzas que fluctúan en torno a un post de la red social de moda. Y es por ello que, a veces, suceden casos como el de la publicista que se arruinó por ser instagramer de viajes.

Instagramer de viajes: estrellas y estrellados

Una cámara Canon en la playa, novias que se agarran de la mano frente a la selva de Sri Lanka, champagne y ostras en un yate del Caribe… estas son las imágenes que solemos ver en la galería de un llamado instagramer de viajes. A modo de nómada 2.0, estos usuarios cuentan con los medios (y el dinero) para realizar viajes por todo el mundo y sacarle partido a sus publicaciones mediante alianzas con marcas específicas de las cuales algunas pueden ser realmente suculentas. Y claro, muchos no han tardado en apuntarse al carro sin que por ello se hayan hecho una pequeña pregunta: ¿cuánto tengo que invertir si quiero ser influencer?

Este fue el problema que le sucedió a Lissette Calveiro, una publicista de 26 años que decidió dejar Miami y mudarse a Nueva York para comenzar su meteórico ascenso como estrella de Instagram tomándose fotografías con artículos de lujo, cenas suntuosas y, sí sus viajes alrededor del mundo.

A lo largo de 2016, Lissette visitó lugares como el Caribe o Marruecos y posó en yates y hoteles de lujo aparentando un estilo de vida que, realmente, no podía costearse. Llegados a los 14 mil seguidores en Instagram, la joven reconoció meses después que había acumulado una deuda de 10 mil dólares, debiendo mudarse a un piso más pequeño con una amiga y llevando un estilo de vida más sencillo.

Un caso que nos recuerda los necesarios planteamientos que debemos hacernos a la hora de dejarlo todo y decidirnos a rentabilizar nuestro perfil de Instagram o cuenta de YouTube. Persigue tus sueños, sí, pero analiza, compara y, ante todo, ahorra para esa futura gran aventura.

¿Tú también quieres ser instagramer de viajes?